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11 ago 2011

"La loca e increíble historia de la sonata de Román (02)"

Primera parte “La loca e increíble historia de la sonata de Román (01)”

Hola a todos, perdon por el retraso de hoy, se que estan sedientos de leer la continuacion de ...


“La loca e increíble historia de la sonata de Román (02)”




Roman estaba sentado en aquel sillón aterciopelado color rojo, rojo fuego, rojo sangre, rojo labios de prostíbulo; el color cubria toda la habitación y una luz de aspecto extraño salia de ningún lugar.
La grabacion que había escuchado hace unos momentos,( aunque a Roman le parecieron años), menciono que podía tardar muchisimo en ir por el un tal “agente”; sentado en aquel lugar comenzo a preocuparse de verdad.
La habitacion roja estaba empezando a adquirir un calor algo insoportable y se sentía mucha humedad, ambas circunstancias hacia que el respirar resultara en una sensacion de pesadez, como si lo que se aspirara fuera plomo en vez de aire.
El cuerpo de Román empezó a experimentar sensaciones extrañas, sentía una ansiedad en las puntas de los dedos, parecido a a lo que sentiría si se hubiera cortado de mas las uñas; un dolor punzante en las encías, como cuando un diente esta a punto de salir; comezón intensa en las axilas, ano y pubis, análogo a la picazon de un mal rasurado;para este punto Roman estaba tan desesperadamente ansioso que comenzaba a andar en círculos por la habitación, rechinando los dientes y rascándose, a lo que el cuerpo le respondía con tremendos escalofríos.


En la misteriosa habitación comenzo a sonar música de violines, que hacia estremecer las paredes y los timpanos de Román; con cada compas el mundo vibraba, el mundo era una cuerda de múltiples formas ondulandose hacia arriba y abajo,

rompiendo con el orden, dotando de vida y vibracion a cualquier objeto inanimado; Román se retorsia en el suelo cubriéndose los oídos, rascándose la oreja, la música le provocaba una interminable picazon en el canal del oído; la sensacion de ansiedad era tal que solo quería encontrar un desarmador para clavarselo hasta el cerebro.
No tenia dolor alguno, pero esta sensacion de insoportable ansiedad le corrompía hasta el ultimo nervio.
Raspo la punta de los dedos contra el suelo de alfombra hasta que sangraron, introdujo su dedo meñique en su oído derecho y perforo hasta que sintió un delicioso y refrescante fluido sanguinolento; los ojos que le ardían en llamas le provocaban un escozor igual al de la piel, tomó entre sus manos la cuenca ocular izquierda y con la brutalidad de la que solo es capaz un loco, tiró de el unos quince centímetros de su rostro, donde dejó al ojo desorbitado colgar de una tripa nauseabunda; golpeó sus dentadura contra el borde del sillón hasta que un par de dientes salieron volando como esquirlas de granada; bañado en sangre y líquidos que solo Dios sabe de donde salieron, deseaba encontrar una lija y rasparse la piel y el hueso y el nervio y la medula y la tripa.



Medio sordo y medio ciego se retorcía en el piso incapaz de coordinar movimiento alguno, simplemente zangoloteandose como gusano en sal; de no haber sido por que no se podía controlar, seguramente se hubiera arrancado el otro ojo y reventado el otro oído.

La música de violines era mas intensa que nunca; le hacia sentir a cualquiera que el dolor era la cosa mas deliciosa del universo, la música te hace desear el dolor para evitar esas incomodas sensaciones de locura.

La música no podía ser otra que la orquestada por la risa del diablo.

Roman seguramente llevaba en esas circunstancias cerca de una semana, pero en el infierno el tiempo se recorre de maneras muy distintas a la nuestra y el sentir de nuestro malherido héroe seguramente fue de que ahí habían pasado mil años y mil mas.

En cierto momento de su suplicio, la música paró, el picor se detuvo y dejò solo el dolor causado por las locuras que le habian causado sus tormentos; Román agradeció que parara, pero no por mucho, el dolor era muy intenso.

En la circunferencia de la habitación roja, se comenzó a dibujar una linea recta hacia arriba que unos diez centimetros antes de tocar el techo dio vuelta a la derecha y recorriendo otro tanto giro hacia abajo; cuando se detuvo había dibujado un rectángulo que dado las condiciones de aquella estancia era cóncavo; entre ríos de sangre y pus, Román dirigió lo que le quedaba de mirada hacia la linea magica que se marcaba con el gis del infierno.

En el centro de el rectangulo, un boton se dibujò, para despues dejar brotar a uno real, que se convirtio en un pequeño capullo de rosa, creciendo de forma misteriosa se desenvolvia y aumentaba su tamaño, hasta que se trasnformo en una flor, una flor rosa.
Se escuchò una voz.

--Romàn¡, si logras escucharme, acercate.

<< mirerda >> pensò Roman.

La verdad es que el dolor le penetraba cada articulacion, cada foliculo y cada centrimeto de piel, cada milimetro de nervio se retorcia en reclamo de sus miebros perdidos, raspados y perforados; de alguna manera seguia sin prder el conocimiento, no por voluntad o por alguna forma de meditacion maricona, ni por el amor a Dios o por rezar profundamente, sino por que simplemente no podia, aun si lo estaba deseando con todas las fuerzas, aun si su cerebro estaba forzando el desmoronamiento de su conciencia; al parecer alguien o algo le habia arrancado el comando de apagar.

--¡Romàn, acercate a la rosa,¡

--¿quien bluggggg....—un cuagulo de sangre que le brotó de la cuenca del ojo izquierdo le lleno la boca provocandole el reflejo caracteristico de cuando uno da un trago demaciado grande de mezcal, pero esto no era mezcal.

--¡Román¡, no puedo decir nada, ¡acercate a la rosa¡

Sin mas remedio, Román tomo todos los testiculos que le quedaban y se arrastró, punzadas de dolor le provenian de los dedos que se encontraban raspados hasta la base de las uñas, se forzó a rodar, poco le falto para ayudarse con los dientes que ya no tenia; la distancia que recorrio no parecian ser solo unos metros sino la via ostiense.
--ya—la palabra sono mas como una suplica que como un aviso—ya estoy cerca—
Y dijo cerca por que realmente estaba en el piso, debajo de la flor que hacia unos momentos broto.

--escuchame bien, estas son mis ultimas palabras y son una pista, tienes que adivinar quien soy y asi podre entrar—

--asghhhhh—Roman solo gimió en forma de asentimiento.

--recorriste mi vientre, de mi seno te alimente pero al final me olvidaste.

Del centro de la rosa salio un dedo, un dedo anular y la voz dijo.

--tu eres mi dedo desnudo..—

<< !No mames¡ >> pensò Roman <<¿como quiere que adivine esa mierda?, ok consentrate.. el dedo desnudo, yo soy el dedo desnudo>>

--¡repite¡—dijo Roman entre lamento y grito, pero como ya se imaginaba no obtuvo respuesta.


Hasta aqui la segunda parte de nuestro tragico heroe Román.

¿Quien estará detras de la puerta?...
les manda un saludo el autor JLSB.

tercera parte "La loca e increíble historia de la sonata de Román (03)"
cuarta parte "La loca e increíble historia de la sonata de Román 04"
quinta parte "La loca e increíble historia de la sonata de Román 05"
"La loca e increíble historia de la sonata de Román 06"

3 comentarios:

ruben dijo...

ya todo lo que te tenia que decir, te lo dije en msn; pero reafirmo que ya ni la chingas, lo hubieras dividido en dos; la verdad me quede en suspenso cabron.

Anónimo dijo...

Es el dedo de anthonii saliendo de sus rosas .. Y esta enojado xq roberto no obedece a candy !! ( jaja t pasas esperar a q sea jueves d nuevo ) atte candy :)

Anónimo dijo...

Lo que uno encuentra a las 2 am, me quede intrigada y mañana me tengo que levantar temprano :c .Volver por aqui a ver que sucede con ese Roman.