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15 sept 2011

"La loca e increíble historia de la sonata de Román 07" (final)

"La loca e increíble historia de la sonata de Román 01”
"La loca e increíble historia de la sonata de Román 02”
"La loca e increíble historia de la sonata de Román 03"
"La loca e increíble historia de la sonata de Román 04"
"La loca e increíble historia de la sonata de Román 05"
"La loca e increíble historia de la sonata de Román 06"





─¿Cómo se podría ser dos seres opuestos a la vez? .
Román parecía, tan desconcertado, tan cansado y tan fuera de si. Simplemente no entendía nada, no sabia que debería hacer, incluso sus sentimientos parecían haberse perdió en algún lugar del infierno, era como si hubiera descubierto que simplemente no tiene voluntad y que jamás la tuvo.

─seguramente esa es la pregunta mas acertada que pudieras haber hecho, tal vez sea por que la he hecho yo. No importa, la verdad es que no son entidades separadas Román, sino una misma, la existencia contiene los extremos, el que veamos dos cosas responde a que estamos viendo desde un punto fijo.

─no entiendo, ni quiero. Lo que deseo es que me digas a que he venido aquí, o que debo de hacer.

─muy bien Román, tratare de hablarte con la verdad y solo con la verdad, pero tienes que saber que puede no gustarte, puede ser algo tan desgarrador que después me pidas borrar tus recuerdos, y de eso estoy seguro.

─después de lo que he pasado ¿crees que unas palabras me van a doblegar?.
Aun después de esas valerosas palabras parecía tan temeroso que dude en decírselo una vez más, pero no había salida, solo así sobreviviremos.

─ muy bien. Estas aquí por que yo te he traído, yo te he creado, tú eres mí hijo Román, tienes más lazos conmigo que con tu madre, por que incluso tu madre me pertenece. ¿Puedes recordar el nombre de tu madre?.

Su cara comenzaba a mostrar una desesperación creada por una realidad inevitable.
─no, no puedo.

Sin embargo la sentía, casi podía tener la sensación de recordarla, pero no pudo. El nivel de desesperación y de emoción en Román crecía, una sensación de vuelcos en el estomago y adrenalina le recorría las extremidades.

─sabes ¿Por qué no puedes?... Por que no existe. Román. El universo por el que has cruzado es una invención mía, y solo has cruzado por el, de acuerdo a mis leyes, a lo que yo he dicho que hagas, y a lo que yo he imaginado de ti. Román… estas en un cuento, y yo lo he escrito.

─no puede ser, estas mintiéndome, yo he tenido una vida, yo he jugado al balón y he tenido familia, he querido hacer cosas. ¡Yo soy real! Yo debo ser real.
Román ahora estaba temblando, parecía tan asustado, parecía creer cada palabra que le he dicho, como cada vez que se las he dicho.

─¡NO!. Lo siento pero no es así, lo que recuerdas como tu vida también lo he dicho o escrito yo, ahora mismo estoy escribiendo el como te sientes y el como actúas, el como debes reaccionar y el que debes de sentir.


─si es así, y me consideras como tu hijo, por que me has arrancado un ojo y me has dejado sin oído; me has maltratado y me has hecho creer que maté a mi madre; me has desgarrado la piel y me has hecho traicionar a Daria. ¿Cómo es posible que alguien sea tan cruel con su hijo?. Aun si solo fuera creación tuya, ¿Qué morbo te ha movido a hacerme sufrir tanto?, a caso no puedes crear algún lugar en donde yo viviera feliz, en donde yo pudiera tener todo?, tuviste el poder de hacerme feliz y no quisiste. ¡Eres un maldito enfermo!, espero que tu sufras lo mismo que yo.
─nunca antes un personaje me había dicho cosas tan fuertes, jajá. Sabes, tu si existes, realmente estas en este mundo, y de hecho te he dotado de muchas cosas que yo quisiera, mi intención jamás ha sido que sufras, sino al contrario, que tengas todo lo que yo, en mi mundo, no tengo y he deseado.

─¿alguna vez has deseado sacarte un ojo, o un oído, matar a tu madre, a tu abuelo, golpear a una mujer que has amado, ser comido en vida por ángeles que te congelan el corazón. Dime, ¿eso deseas en tu mundo?, ¡maldito sádico!

─no, no me malinterpretes. Lo que te he regalado y que no aprecias, es la emoción, una vida interesante, mística, mágica, de luchas y de pasión. Eso amigo mío, es lo que no existe en mi infierno, en mi mundo no se dan esas cosas. No pretendo que lo aprecies, por que no conoces el otro lado de la moneda, pero yo si, y lo que tu has vivido es mucho mas interesante que mi vida. Te he dado una vida significativa Román, al menos para mí.

Román alzo su báculo. La furia se le filtraba a través del ojo que le quedaba, la confusión y la desesperación de saberse una fantasía, de saberse irreal, de creer que su vida no era significativa y que por mas que tratara jamás lo seria, aun si yo me dedicara a recrearle una vida perfecta, esta no tendría significado mas allá del papel. Tomo el báculo de uno de los extremos y me lo lanzo, más en un arranque de furia que en una verdadera intención de dañarme. El sabía que era imposible. El báculo simplemente se detuvo estático ante mí. Lo tome con la mano derecha y simplemente lo desaparecí, o lo deje de escribir, cualquiera de las dos.
Román se tiro de rodillas, se cubrió el rostro con ambas manos y comenzó a llorar en un silencio que se rompía solo por los suspiros y aspiraciones que trataban de impedirle la salida a un sustancia mucosa.

─no llores Román, me duele que hallamos llegado a esto. Cuando comencé a escribir y me di cuenta de lo que hacia, era demasiado tarde para darte una vida diferente. Sin embargo no lo hubiera hecho distinto. Y te he dado un poder del cual incluso yo carezco, por no decir que carezco de todo lo que te he dado. Te regale la inmortalidad, eso es algo que en mi mundo todos desean y nadie tiene.
─¿Cómo podría ser inmortal? ─ dijo entre sollozos moquientos. ─solo soy una fantasía ¿no?.

─precisamente por eso. Cada vez que alguien lea tus líneas, mis líneas, las nuestras, tu …

─!eso implica algo peor ¡ ─se trato de poner en pie y desistió, simplemente se limpio la cara y trato de guardar la compostura. ─viviré esta vida una y otra vez por siempre, estoy destinado a caer en lo repetitivo por siempre, a llorar así por siempre.

─así es Román, así que será mejor que te pongas de pie y terminemos esto con dignidad.

Su ojo me miro directamente y un risa torcida, destruida, inocente, sin esperanza, me miró, Román había perdido todo, mas que perder todo, se dio cuenta que jamás había tenido nada, y cualquier cosa que obtuviera seria ganancia.
─debes de ser una persona, si es que eres una persona, muy tiste, muy necesitada, ¿verdad?, Necesitas crear en la fantasía tus prototipos de vida ideal, por que simplemente eres incapaz de hacerlo en tu realidad.

─yo…─me hiso dudar fuertemente. ─las cosas no son así Román.

─valla que lo son. Sin embargo yo estoy contigo y si tú eres patético, tus creaciones también. Pero aquí hay algo interesante, a mi me has dotado con las fuerzas que a ti te faltan, yo soy la imagen de un personaje perfecto, al menos para ti, ¿no?, dentro de esa lógica yo puedo vencerte, yo soy mas fuerte que tu y por mucho que me hallas creado, tengo todas las armas para destruirte. ─Román se puso de pie, con una mirada sádica en los ojos. Sabía que había dado en el punto correcto. Me estaba sacando del cuento, estaba comenzando a escribir con mis propias manos, tomando el control de una historia que le pertenecía por derecho, venciendo a su creador y utilizando un poder que no sabia le había proporcionado. Aquí me percate del gran error de darle las fuerzas que yo no poseo.
─Y ahora tomare las decisiones de mi historia, dios.

Era como escuchar las palabras de un juez terriblemente penetrante, el más punitivo, mas hijo de puta, que se sabe superior y solo ha estado fingiendo mientras tú hacías alarde de tu gran poderío, de tu creación, siendo que esta dejo de ser tuya hace muchísimo tiempo, se movía sola debajo de tus dedos y nadie se daba cuenta. ¿En que punto Román se había empezado a escribir solo?, ¿en que punto Román me escribía a mi?

Román, molido por las batallas y por las tortuosas guerras psicológicas que habían transcurrido en tan poco tiempo; al menos en poco para el, la realidad es que habían pasado en al menos un mes y medio en el mundo que conocemos. Se puso de pie, adquirió una postura mucho mas fuerte, se comenzaba a sentir mejor, como si la fantasía se traslapara con la realidad, había algo que el también veía, veía unas manos escribiendo velozmente sobre un teclado, veía un mundo donde existían mas como el, mas como su creador y sintió por un momento que todo su ser perdía realidad, tierra, perdía existencia en algún plano, no se lo reprochaba así mismo, eso era lo que el quería, quería simplemente tomar parte de su creador o si podía, tomar al creador por completo.

El creador sintió miedo por unos segundo, se sintió relegado a algún cajón oscuro, a alguna historia del viejo oeste en donde nada pasaba, se sentía enviado a un rincón oscuro de la mente, cubierto por negras telas que hacían de puertas y de pasadizos y de laberintos y de túneles sin fin, sin solución. el creador se quedara allí por siempre mientras Román tomaba posesión de lo que originalmente el había creado.

Por un instante Román no solo vio a través de los ojos del creador, sino que movió los dedos fuera de su realidad.

─AAAAAA¡¡¡¡ ─ Román cayo en el suelo dando un grito agónico y de un profundo dolor que le penetraba las sienes. Punzadas palpitantes le galopaban sobre la superficie del cerebro como jinetes bíblicos de los cuales solo se podría esperar el apocalipsis. No era un dolor real, sino una profunda idea psicología, una profunda realidad, dolorosa y castrante. La luz que ve el acorazado, el fuego que siente el oso blanco, las tinieblas que envuelven al bronceado, la ruptura de la realidad y de todo un ser que traspasa las líneas de lo humanamente, ficticiamente y creativamente posible.

─¿que pasa? Román. ─ por un momento había creído que no volvería a verme, que Román me obligaría a recorrer un aburrido y feliz cuento de princesas, pero en ese instante Román vio lo que yo , y yo se que no le gusto.
─¿Cómo los soportas?, ¿dime como lo haces?, ¡NADIE SE MERECE ESO!.

Ahora Román entendía lo que hacia algunos momentos le trataba de explicar, mi regalo era algo que no podría apreciar a menos que viera mi mundo, que sintiera mi mundo.

─Te lo dije, en mi mundo no existe la magia, no existe la verdad, ni las aventuras. Sin embargo no creías que eso te fuera necesario, pero tus eres un último resquicio de magia en ese mundo, te tuve que guardar en el papel. Al momento en que llegaste a mi mundo supiste lo que era que la magia se te escurriera, tu mismo existías pero perdías el poder y la vitalidad. En mi mundo no se muere, simplemente se vive sin magia.

─jamás me mandes ahí. ¡por favor quítame esta sensación¡.
Román que se retorcía en el piso, experimentando el dolor mas profundo que un algo puede experimentar, suplicaba que le desapareciera la sensación, sin embargo me era imposible, aquello era una filtración de… de mi, un hueco que se creo.
─ me es imposible, lo que sientes es una idea, una idea que generaste después de un conocimiento, una idea dentro de una idea mía, y eso jamás parara, de ahora en adelante ese dolor solo se duplicara creando ideas dentro de ideas.
Daria entro arrastrándose por la puerta, y sucedió algo que no esperaba. Al ver a Román comenzó a retorcerse de la misma manera.


La magia se estaba filtrando a la realidad, y mis personajes morían lentamente. Un hueco comenzó a trazarse en el techo de mi ficticio hogar, un hueco por donde podía verme a mi escribiendo sobre una silla sucia y vieja.

Parecía ser que no era el final que yo mismo esperaba, pero esta historia tenia algo de especial e hice lo único que pude para salvarla.

─Román , Daria. Me disculpo por los sufrimiento que les he causado, pero eran necesarios, no solo para ustedes sino para mi. Les otorgare un regalo extra. Román, se feliz en la historia que tu desees, has lo que tu voluntad te mande. Daria ama a Román como lo haría alguien real, y tráelo hasta mi cuando te sea posible, se una mujer fuerte y sobre cualquier cosa, amate a ti misma. Muchas gracias a ambos.
Mis hermosos personajes se retorcían y a momentos se volvían transparentes. La ruptura del techo aumentaba y me podía ver cada vez mas sobre aquel lugar, escribiendo y perdiendo la lucidez, ¿me pregunto si yo me veía desde mi cuento o yo me veía desde mi escrito. No importa, tenia que salvarlos. Tome a Román por la axila y le di un tirón, lo puse en pie tanto como pude, después tome a Daria, pude sentir su delgada figura sobre mi otro hombro, (valla si Román es afortunado.). Hice un esfuerzo sobrehumano, si es que eso aplica aquí, y lance a ambos a la fosa del volcán que tenia adornando mi casa.

Ambos llegarían a otra historia si les iba bien…

La historia colapso sin darme tiempo de verificar si habían llegado sanos y salvos pero después comprobé a donde habían llegado y sentí escalofríos.

Ahí estaba Román, en un salón contiguo al salón principal de la iglesia. Esperando con un smoking negro, un par de anillos en la mano y una gran flor color rosa en el pecho, una corbata de cuadros,(un tanto ridícula por cierto) unos pantalones tan perfectamente planchados que parecían hechos de un material plástico en lugar de tela, una raya perfecta le recorría el largo de cada pierna, y un par de zapatos que daban el aspecto de ser espejos le asomaban del dobladillo del pantalón.
Cada vez se asustaba mas, el nerviosismo le comía las entrañas.

De pronto tuvo una idea reveladora. el no tenia que hacer nada que no quisiera, era su vida y podía hacer de ella lo que quisiera, no le tenia que rendir cuentas a nadie, ¿Qué no era un adulto?, dejaría de pensar en los demás, a partir de este momento dedicara su vida a si mismo.

Era una decisión fuerte, si salía por la puerta no habría vuelta a tras. Ahora no solo el nerviosismo, sino también una extraña liberación le comía las entrañas, le daba vuelcos a su pobre estomago, un delgado hilo misterioso que le recorría cada extremidad hasta la punta de los dedos, hilo metálico que le recorría con intensa electricidad y furia.

Cerro la mano, aun con ambos anillos en la mano y decidió que ese día no se casaba, ni el ni Daria, no, no estaba listo para tal compromiso, aun si se había dado cuenta una treintena de minutos antes de la ceremonia. Estaba decidió el saldría corriendo.

El salón contiguo, de un color tan insoportable que a Román le causaba un cosquilleo en el cuerpo, abrió la puerta que se encontraba del lado contrario a la que daba al recinto sagrado y había un pasillo que daba al exterior, exactamente al flanco izquierdo dela pequeña capilla. Esta de mas decir que aquel día, la capilla lucia esplendorosa, luminosa, radiante y atiborrada de hermosas flores, el día parecía ser el ideal para una boda, sin embargo también era el ideal para ganarse la libertad, ya después hablaría con Daria (que seguramente no lo entendería).
Román cruzo un pequeño grupo de personas, entre ellas una de sus invitadas. Una chica rubia y de estatura mas bien baja, con un par de ojos tan azules que daban miedo, ojos fríos y meticulosos. De no ser por la cálida sonrisa que le dedico a Román parecería que estaba a punto de asesinar a alguien. Cuando la chica vio venir a Román, corriendo a toda velocidad, intento decir un saludo solo para frenarlo cuando tuvo la ligera idea de lo que pasaba, un oven que sale corriendo de su boda, no quería decir nada bueno.

─Como es.. ─ se detuvo. Pareció captar tan bien la huida de Román, que ella misma se dio la vuelta tan rápidamente que su vestidito azul con motas azules dibujo una larga onda en el aire.se fue por otro lado sin agregar nada y con una sensación de haberse escapado a tiempo.

─Adiós─dijo Román al pasar por su lado.

Román tomó su viejo Renault y salió a toda velocidad hacia su casa. El había decido que hacer de su vida, era una revelación.
((¿de donde habrá salido esta necesidad?)) Se preguntaba Román después de haber huido de su boda.

El tablero marcaba cien kilómetros por hora dese hacia ya una media hora. el Renault viejo hacia sonidos extraños de vez en cuando y brincaba excesivamente. ni siquiera parecía ser una autopista lo que recorría, si se mirase a la persona que manejaba sin mostrar el camino, casi se podría jurar que recorría un empedrado…

JSLB

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Impresionante. Increíble. Única. Magnífica.

Pensaste cuando lo escribías que tu vida en realidad era una historia y que algún bastardo te puso en donde estás?

Es abstracta casi pierde sentido y a la vez es tan real.

Gracias.

sofia dijo...

Jose lusin, no habia visto que me pusiste en tus "frases egolatras", !que bien¡.

creo que llevaste muy rapido esta ultima parte; sin embargo, el final es muy bueno, me gusto mucho, de verdad es un elemento que no me esperaba.

besitos¡

Anónimo dijo...

Pobre Dariiaaa ( que de pronto la imagine a Emily " El cadaver de la novia " ). !! ahOra entIENDOo todoo :( jaja muy biennnnnnn me gustO :D !!! jajaja


atte CaNdiii

Jose de la Serna dijo...

gracias¡. que bueno que les gustara. un saludo a ustedes.

Anónimo dijo...

Tan bizarro, algunas fallas en la historia, jajaja pero lo de tu complejo de dios ... muy buena en verdad ... saludos
Carlos'Vc

Jose de la Serna dijo...

Carlos??
fallas?
complejo?

no se de que me hablas.

un saludo