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6 jul 2011




He estado pensando en la oscuridad, con la tibia sensación de el aire enrarecido por las estancias prolongadas sobre mi cama, entonces estas ideas fluyen como un líquido que entumece la conciencia, la adormece con su sensación de realidad, con el sentimiento que deja la creación, concebir, sin duda alguna, un paso a la felicidad.
Una música siniestra hace vibrar mis tímpanos, me hace palpitar de sentimientos que jamás había percibido, los matices de la vida se postraron ante mi visón
Yo pertenezco a este lugar, pierdo los límites de lo que soy, por que con las ideas me extiendo mucho más allá de lo que en este cuerpo se forma.
No podría explicar estas sensaciones a menos de que las equiparara con el estar dentro de la matriz de una mujer, regresando al estado prístino del ser humano, tal vez al momento anterior del ser.
La lánguida sensación que da la oscuridad me hace parecer que no necesito mas de los problemas para hacer que esto valga de algo, que debería decir las cosas como las veo en realidad, y que nada fuera de lo que soy vale la pena, dejarte ser, valer por lo que se es, es que acaso he estado equivocado tanto tiempo, y sí, me he perdido en un territorio perdido, en los territorios plagados de imágenes y de ruido, esos son los lugares en donde uno realmente se pierde, LOS BOSQUES DE LUGARES, los bosques llenos de direcciones, de cosas, de sonidos, entonces cuando uno se pierde en estos laberintos de sensaciones exaltadas, la única sensación que vale la pena es la del desierto, la de la soledad, por que es en estos sitios donde uno verdaderamente se escucha, es en estos lugares donde las sensaciones realmente se transforman en sensaciones.
Es en el desierto de nosotros mismos donde cada soplido de tierra sobre los ojos y cada brisa de viento cálida valen la pena, donde cada pena vale la pena.
Mientras el ruido de los cuatro jinetes permanezca en la cabeza no sentirás nada, es aquí cuando entiendo el significado de muchas cosas, entiendo lo que realmente es apreciar el copo de nieve, o el grano de arena en el desierto.
Por que yo soy yo, y he estado a la altura muchas veces, se que puedo alcanzarme, lo que realmente me debo de preguntar es: ¿Qué haría si fuera yo?.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

me sente en un borde donde la luz abundaba, la senti en mi rostro, calida en demasia, casi cegadora; cuando mis ojos pudieron observar, vi como la luz caisa sobre las hojas y las hacia brillar, vi las copas de los arboles moverse de un lado a otro sin parar, casi como si bailasen, mientras mis ojos de entrecerraban, senti una brisa en mi cara y el olor mas dulce que jamas haya sentido, olia a felicidad, mis ojos no dejaban de observar, mientras el sonido se hacia nulo, no existia nada mas, ahi estaba yo, sentado en soledad en ese borde, calidamente, sintiendo felicidad...

Jose de la Serna dijo...

Dice mucho de nuestra vision de la vida, ¿no crees?. de como percibimos la realidad y del modo oscuro o luminoso en que vemos las cosas.

Gracias por escribir el fragmento.