Vida de artista

He descubierto que no tengo ni la mas mínima idea de quién soy. Hoy he descubierto que no se que quiero y que no estoy muy seguro de que es lo que me gusta. Experimento una sensación entre miedo y excitación. Supongo que es una oportunidad para descubrir, para comenzar a vivir.

Pero, ¿realmente existe eso?. Acaso existe ese despertar del que tanto hablan los artistas en donde la vida da un vuelco impresionante al descubrir tus verdaderas pasiones, las que se ocultan detrás de la máscara que te has formado. ¿Qué tal si ese mágico despertar solo es propio de algunas personas?, ¿qué tal que la gente normal está condenada a vivir en un mundo de pasiones cambiantes, sin gustos definidos y sin interés por nada en especifico?, ¿qué tal que la gente normal está destinada a vivir bajo las leyes de la rutina y no bajo la llameante pasión?. Lo peor de todo; ¿qué tal si soy normal?.

Tengo tanta envidia de aquella gente que puede sentir pasión por las cosas, de aquella gente que puede suministrarse una dosis opiácea de distracción a través de una sola tarea, de aquellos que pueden abstraerse del mundo mediante un gusto. Porque mientras ellos se olvidan de la existencia, yo tengo que seguir aguantando un infinito desinterés por todo. Además de una obligación moral a soportar mi desinterés de manera solitaria, ya que si me atreviera a expresarlo se me caerían las orejas al escuchar las miles de comparaciones con aquellos que viven en desgracia, hambruna y guerra. Se me diría, con justa razón, que simplemente lo tengo todo y es por eso que no tengo derecho a fatigarme. Yo mismo me reprocho el sentimiento de desinterés. Soy demasiado neurótico para aceptarme derrotado ante esta sensación.

Escuche por ahí a un autor, no recuerdo quien, decir que la felicidad era encontrar tu pasión y hacer de ella tu vida.

Yo digo que no existe una pasión, yo digo que existen miles, que lo que hoy te gusta mañana no. Sin embargo somos seres aferrados a la seguridad de la rutina que se niegan por completo a aceptarse cambiantes e indefinidos.
Posiblemente nuestra ultima salvación a este infierno caótico que brota de nuestras entrañas sea encontrar la manera de expresar por un mismo medio nuestros diferentes gustos. Suena a basura, lo sé.

Hoy en día no conozco a nadie que haga algo que no le guste. Cuando pregunto a la gente, ¿eres feliz?, todos y cada uno de ellos me han contestado que lo son. De verdad es tan difícil aceptar que no se es feliz, o simplemente sé es feliz con lo que sé hace durante mucho tiempo. Puede que solo yo sea el infeliz aburrido ó el aburrido infeliz.

Como es posible que alguien elija hacer algo para el resto de su vida sin tener en cuenta los momentos que pasara, el conocimiento que adquirirá, la gente que conocerá. Tantas variables que hay que tomar, tanto que se tiene que sacrificar para condenarse a una sola cosa durante una vida entera. No todos lo hacen claro está, pero creo que la mayoría.

Es horrible que de alguna manera se nos condene a tomar una decisión como la carrera profesional a una edad tan corta. Que podemos saber nosotros a los dieciocho años, a los veinte, incluso a los treinta.

Solo algunas reflexiones.

Incluso me da pena admitir que esto salga de mi cabeza, me hace sentir débil y desprotegido; aceptarlo no hace más que empeorarlo.