Conocí a la mujer perfecta

Es verdad, pocos se pueden regocijar de decir tales palabras, ¡pero tenia un gran problema¡ o tal vez fuese mío.


su físico es perfecto, seguramente ningún hombre se le negara en toda su vida, tendrá los mejores trabajos con solo ponerse un vestido ajustado y las materias de su escuela se pasaran todas como por arte de magia, estoy completamente seguro de que esta chica tendrá todo lo que quiera y mas, con simplemente poner su cara y ordenarlo.


La piel blanca le resplandecía con el sol, el pelo rubio lanzaba destellos directo a mi corazón, no podía creer que es lo que veía, una diosa griega que como Prometeo trataba de entregarme alguna clase de fuego insustancial, algunas pecas rojizas le bordeaban la base de los ojos, tan bien colocadas que yo creería que su posición fue decidida en base a la medición, análisis y razonamiento profundo.
Mis amigos al igual que yo estaban tan perplejos que casi podía saber que se encontraban tan anonadados como yo.


Me exasperaba, sentía mis pupilas tratándose de dilatar mas, en un vano intento de fijar una fotografía en mi cerebro por si no le volvía a ver jamás.


El día paso y ella no dejaba de brillar, incluso cuando el sol se oculto ella parecía seguir lanzando destellos, sus ojos tan grandes y tan verdes, acuosos, de vez en cuando se le perdía una mirada que en mi gran torpeza yo captaba para hacer que todo fuera coincidencia, pero solo lograba echarlo a perder, mi mirada era torpe, y mi poca experiencia en la seducción solo me hacían ver como un tarado.


Sus senos, ¡oh amigos míos¡ la palabra perfección no puede referirse a nada que no sean los senos de esta mujer, la palabra perfección fue creada para definir sus senos, la palabra perfección es una burda burla de lo que esta mujer tiene por pecho, no muy grandes, no muy pequeños sino perfectos, encajaban completamente con su anatomía tan bien proporcionada, era imposible no mirarlos, por mas de una hora forcejé con mi ojos para que dejaran de girarse en su dirección, hasta que comprendí que era totalmente estúpido de mi parte,

¡me era imposible¡

y es que como podría detenerme ante esta obra de arte, era como ir a un museo dedicado a Salvador Dalí y pedirte que miraras al suelo.


No solo eran sus senos la perfección, si no que también así sus caderas y su trasero, sus piernas y sus tobillos, sus muslos eran hermosos, esa mujer podría correr un maratón, ganar una competencia de ballet y brincar una longitud de 20 metros, apenas dejando ver unas perlas de sudor en la frente, solo para que humedecieran su bello rostro no por que sea algo humano, ella no es humana, es una diosa griega.


Tan torneada, tan delgada, tan bien hecha, definitivamente estaba tallada en caoba, estaba tallada a mano, mientras que dios hizo al resto de barro a ella la hizo de mármol blanco, al resto nos ha dado un soplido a ella la ha tocado.
¡como sufrí¡ , era insoportable estar tan cerca de ella y no poder poseerle, ¡pero que digo poseerle¡, tener que fingir y separa mis ojos a cosas que no me importaban, el no poder dejarle clavada la vista fue un tormento.
No pedia mas que me dejaran verla.


Otras mujeres me hablaban pero ya no me importaba la información que entrase a mi cerebro si no le pertenecía a esta mujer.
Cuando hablo me embriago, estaba esperando fuertemente que fuera estúpida, que fuera estúpida, que fuera estúpida rogaba en mi interior, así al menos podría hacerme una idea horrible de ella para decirme que no debía buscarla, pero no fue así.


Lo único que le pido a dios es que me mate viendo a una mujer así, que me envié al infierno viendo a una mujer así, que pague mis pecados viendo a una mujer así.
Dulcinea del Toboso fue idealizada por Don Quijote, por que no podría yo idealizarla a ella, si los héroes de la locura también lo hicieron y no dejaron sus hazañas atrás, ¿podría yo?, pero ningún héroe de la locura había visto a una mujer así.


Platique con ella, ¡por fin¡, las palabras se me iban el aliento me traicionaba y sin duda estaba sudando como animal salvaje, las mejillas las sentía en fuego, estaba mas rojo que un tomate, esto no es en sentido metafórico, de verdad sentía como la sangre fluía a mis mejillas tan intensamente que lo único que quería pedir era una bolsa de hielo.



Pensar que tenia algún plan, en ese momento ni siquiera tenia un plan para mis siguientes palabras.

Ohhh amigos míos, el mundo se lleno de los colores del pavorreal.
Hasta que, encontré su gran defecto.

Sabia que algo tenia que impedirme llegar a ella pensando que en verdad si era perfecta, dios se esta vengando de mi por todas las blasfemias que he lanzado en contra de su madre.
Y es que en verdad si es perfecta, el que no lo fuera solo es una perspectiva, que si pudiera cambiara.

Ella me dijo, con aquella voz angelical y fuerte, desinhibida y profunda.

----“tengo quince años”

Hubiera deseado yo también tenerlos, hubiera deseado que me regresasen en el tiempo para estar iguales, que ella fuera mas grande jamás, no me atrevería a que cambiase, preferiría tener la oportunidad de cambiar con ella, pero es imposible.
Su gran defecto es tener siete años menos que yo, jajajaja.
Me puse de pie y me despedí amablemente, creo que fue de la única que me despedí, los demás ahora parecían tan grises, el mundo regreso a su escale de grises ya tan habitual para mi.


Si se me preguntara, ¿que es mejor?, “ver el mundo a colores un momento y regresar al gris o jamás haber visto color” yo diría que es mejor jamás haber visto color, así no tienes nada que extrañar.


15 años, ¡¿le dan hormonas con el cereal o que diablos?¡, como una niña puede estar tan fuerte, maldita sea mi suerte.