La vida es un concepto extrañísimo. Es el sitio en donde los extremos se tocan,
donde lo simple es complejo. Tiende a abrirse paso y generar bizarras maneras
de surgir.
La vida tiende a la perfección, a la estabilidad y al
dominio. Si hay algo que controla sobre todas las cosas; más que un político y que
cualquier prisión, esa es la vida. Dicta el comportamiento y los pensamientos,
dirige las decisiones y produce cambios.
Dicta la dirección del universo.
Ante tan abrumador poder, quedamos indefensos y a merced de
reglas inquebrantables.
Es una alegría para mí, que aun con bombas y armas de destrucción
masiva, la vida surgirá y florecerá sobre cualquiera, burlándose de intentos vanos. ¿Qué es una bomba comparada
con el poder de la sexualidad?.
Aquel lugar donde el condicionamiento muere es el sitio en
donde la vida surge. Incluso, objeto de
mil veneraciones e idolatrías, el amor muere ante la imposibilidad de generar
vida.
Para el hombre es lamentable el descontrol que le genera la
vida, porque no somos los predilectos y en bajo cualquier circunstancia podemos
desaparecer, con cualquier pequeño cambio nuestra energía puede ser transmutada
en barro, en tierra. Aquellas muestras
de preocupación ante la extinción de animales y plantas, es solo el miedo al comportamiento
voluble de la vida, que en cualquier momento nos intercambia por reptiles, por césped,
por nada. Y ten por seguro que lo hará.
Ante tales motivos me parecen estupideces revolucionarias
los suicidios.
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